Episodio 1: POEMAS DE PABLO NERUDA

poemas de paulo neruda soneto 22 cuantas veces amor te amé sin verte y tal vez sin recuerdo sin reconocer tu mirada sin mirarte sentadora en regiones contrarias en un medio día quemante era solo el aroma de los cereales que amo tal vez te vi te supuse el pasar levantando una copa en angola a la luz de la luna de junio

00:00:26 - O eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el martes medido.

00:00:32 - Te amé sin que yo no supiera y busqué tu memoria.

00:00:36 - En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.

00:00:40 - Pero yo ya sabía cómo era, de pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida.

00:00:46 - Frente a mis ojos estabas reinándome y reinas, como eran los bosques en el juego es tu reino.

00:00:53 - Si tú me olvidas, quiero que sepas una cosa, tú sabes como es esto, si miro la luna en cristal, la rama roja del leño toño en mi ventana, si toco junto al juego la impalpable ceniza, o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti como si todo lo que existe, aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardo. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme, dejaré de quererte poco poco. Si de pronto me olvidas no busques que ya te habré olvidado. Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decías a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces, piensa que en ese día a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra. Pero si cada día, cada hora, sientes a mí estás destinada con dulciera implacable, si cada día sube una flor a tus labios a buscarme hay amor mío, hay mío. En mí todo ese juego se repite, en mí nada se apaga ni servida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tu brazo sin salir de los míos.

00:02:05 - Amor, mujer, yo hubiera sido tu hijo por beberte la leche de los senos como de humana antial, por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte la risa de oro y la voz de cristal.

por sentirte en mis venas como Dios en los ríos y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal, porque tu ser pasarás sin pena al lado mío y saliera en la estrofa limpio de todo mal, como sabría amarte mujer, como sabría amarte, amarte como nadie supo jamás, morir y todavía amarte más y todavía amarte más y más.