Noviembre  22, 2021

Episodio 2 El Mago

El circo no es un lugar de di versión como todos creen, a veces se ocultan perversos planes y desaparecen sueños y personas y todo ocurre durante el aburrido show del mago.

00:00:00 - Bienvenidos a páginas de terror, su canal de misterio, leyendas, sucesos enigmáticos y sobre todo terror, donde yo, su amigo Alejandro Maya, los acompañaré a lo largo de cada historia y que cada una de estas no los dejará conciliar el sueño.

te invito a quedarte y disfrutar de cada uno de los episodios y apoyarme a compartir estas historias en tus redes sociales para que más personas como tú escuchen y disfruten de estas intrigantes historias. ¡Empezamos!

00:00:56 - El mago fueron al circo y nunca más volvieron. El hermano mayor y la hermana menor habían rogado por días a sus tíos, habían reunido monedas durante semanas, se habían portado bien cuando llegaron al circo tenían las caras más felices del público, como un sol y una luna, si el sol y la luna sonrieran, se sentaron en las gradas más cercanas y desde allí presenciaron los distintos espectáculos en la pista, el de los caballos, el del domador, el de la mujer equilibrista y el de los hermanos del trapecio, antes de que tocar el turno del mago.

entonces les dolían las manos de tanto aplaudir y las bocas de tanto sostener la sonrisa, el presentador usó el altavoz para decir que había llegado la hora de la presentación estelar, damas y caballeros, un mago proveniente de las lejanas tierras del fin del mundo, es un privilegio tenerlo hoy aquí, prometo que nunca lo olvidarán, la verdad es que el mago no hizo nada realmente inolvidable con su pequeña maleta de magia pero a los hermanos les daba igual celebraron cada acto de cartas y de palomas y de pañuelos y entonces llegó el acto de las espadas lo excepcional no fueron las dos espadas ni el cajón enorme llevado al centro de la pista ni tampoco la mujer casi desnuda que se metió allí dentro para mostrar al público la inexistencia de trampillas o de dobles fondos. Lo excepcional fue el círculo blanco que proyectó el reflector desde la pista hacia las gradas. Una pelota de luz se movió como un péndulo sobre la gente, trazando arcos cada vez más abreviados, hasta que la luz se detuvo entera sobre ellos y los iluminó al igual que un relámpago.

tú se escuchó entonces, pero el niño estaba tan deslumbrado que tardó en descubrir que en un instante se había quedado solo junto a un asiento vacío porque esa niña pequeñita de vestido rojo que caminaba entre la pista era su hermana, todo sucedió muy rápidamente, su hermanita entró al cajón agitando una de sus manos como despedida, el mago cerró la puerta, clavó las las dos espadas a través del techo y las paredes de madera, y después los tambores de la banda de música crearon suspenso con sus escandalosos redobles.

00:03:49 - Cuando el mago quitó el candado de la puerta, apareció del otro lado y lesa, sonriente, bañada en litros de luz blanca como la leche, la mujer casi desnuda. El público aplaudió aburrido desde las gradas, el mago agradeció con una inclinación, salió del círculo que alumbraba el centro de la pista y se perdió en la oscuridad, el niño si supo que algo increíble había sucedido, fue el único que lo comprendió, la hermana que volvió a la pista no era la suya, esa niña de vestido rojo ni siquiera se sentó en la silla que estaba a su lado. Había encontrado un lugar vacío cercano del escenario y allí permaneció lo que quedaba de la función. Hubo payasos, monos, el hombre bala, pero ella no volvió a aplaudir. El niño esperó hasta que el maestro de ceremonias agradeció al público su presencia, hasta que los músicos dejaron de tocar, hasta que toda la gente terminó por irse y hasta que los payasos del espectáculo todavía vestidos con sus grandes zapatos, sus grandes pantalones, sus grandes manos y sus grandes bocas pintadas comenzaron a recoger la basura de las gradas hasta que se apagaron los reflectores y la noche se metió bajo la carpa. Esperó toda esa primera madrugada inmerso en un silencio desgarrado por los rugidos de los leones y por las palabras que de pronto resonaron dentro de su cabeza y que lo sobresaltaron más que el rugido de las pieras. No te muevas, hijo, nunca te muevas, te pierdes. Él no se movió cuando miraba a los niños que función tras función entraban en la caja del mago y nunca regresaban. Los que salían de allí vestían igual, tenían las mismas estaturas, jamás volvieron a aplaudir. Así que durante los siete días que el circo permaneció allí, él no se movió nunca, a pesar de que los payasos recogían más y más rápidamente la basura de las gradas y de la pista porque sus manos cada día eran más grandes. Al octavo día los cirqueros bajaron la carpa, la doblaron y se llevaron a los animales. Los payasos se fueron agitando las manos por entre los barrotes de las jaulas. Fue entonces cuando empezó a venir la niña del vestido rojo al terreno yermo y desolado de las afueras del pueblo donde ya no había circo alguno para decirle al hermano mayor que sus papás se enojarían que por favor la acompañara de vuelta a casa, Ben le decía y el inmóvil llenándose de polvo solo miraba los brazos extendidos de la niña, donde no había manos.

de terror, desea que esta historia te deje dormir con total tranquilidad, sin embargo sabemos que esta noche estarás en vela pensando que hay en la oscuridad que inunda mi habitación. Nos vemos en un próximo episodio que tengas dulces y terroríficos sueños.

00:07:40 - Subtítulos por la comunidad de Amara.org