La inseguridad a nivel nacional se encuentra desbordada, altos indices muestran la falta de prevención y planeamiento para hacer frente a este flagelo. La incertidumbre frente a la situación económica, los malos mensajes populistas enviados desde el gobierno nacional, como: la invasión a la propiedad privada, el atar de manos el proceder de la Fuerza Pública, salvarguardando criminales, la intervención de politiqueros en las capturas de vandalos, las promesas de campaña incumplidas, la inversión de valores, lo malo ahora es bueno y lo bueno es malo, la mala imagen que ha dejado el gobierno nacional en las intervenciones en escenarios mundiales, entre otras tantas cosas, han generado que la delincuencia en al país se incremente y el accionar del aparato judicial no se vea. La sosobra empieza hacer el común denominador en la ciudadanía. Vemos a diario a funcionarios de gobiernos distritales, locales, regionales y del gobierno nacional, enviando mensajes que dejan entrever la falta de planeamiento, la falta de análisis, de toma de decisiones y más parecen apagando incendios. Pensar que invertir en seguridad es llenar las calles de una ciudad de cámaras y que al revisarlas solo funcionen en un 40 %, eso no es seguridad. El desconocimeinto de parámetros o estándares internacionales relacionados con el tema de seguridad ciudadana, dejan ver el poco conocmiento de estos funcionarios. En fin, las politicas en temas de seguridad no son buenas, obedecen a un criterio del gobernante de turno, de su percepción y su populismo, lo cual no conduce a nada. Cada 4 años una sosobra por conocer como será manejada la seguridad ciudadana, en lugar de crear un Libro blanco o Una ley de Seguridad y Defensa que trace un norte y direccionar todos los esfuerzos al cumplimiento de la misma, sin importar que ideología politiquera tenga el gobernante de turno, genera inestabilidad en todos los aspectos, inclusive en la credibilidad de gobiernos "aliados".