Mi vida sin ti
00:00:00 - Buenas noches, cuando un ser especial duerme el sueño de la muerte, quedamos tristes a llorando su presencia. Este poema está dedicado a ti, Daniel, quien lo entregó todo a pesar de su condición. El poema titulado Mi Vida Sin Ti fue tomado del libro inédito entre cartas y poemas escrito por Tania Castro Nuñez.
00:00:38 - Mi Vida Sin Ti. ¿Qué diferente es mi vida sin ti? Hoy miro en retrospectiva y pienso en todas las bendiciones que he tenido, a pesar de haberte perdido.
00:00:53 - Mi vida sin ti no ha sido fácil, pero he aprendido a no extrañarte, no extraño tus llamadas ni tus besos, aunque recuerdo con gracia tus excesos.
olvidarte aprendiste bailarín si ibas por toda la pista saltando sin fin tenía 40 años cuando te conocí y siete más cuando te perdí te lloré y te extrañé como nadie como nadie extrañado jamás la forma en que te fuiste, fue lo menos valiente que hiciste. Fueron dos años llorándote en silencio y a los cincuenta me di cuenta que no iba a recuperarte si seguía aclamando tu presencia.00:01:53 - Entonces empecé a recuperarme de tu ausencia, a quien sino aquel que me devolvió la confianza pude hablarle de esa desesperanza. Ningún amorío surgió de esa compañía. Sin embargo, fue él quien me alentó a estar en la realidad en la que hoy me encuentro. No fue fácil arrancar esas lágrimas de quien se decía era resistente. Esa indolente que creía llevar por dentro, querido, se ha vuelto resiliente.
Mi vida sin ti
Que diferente es mi vida sin ti
Hoy miro en retrospectiva y pienso
En todas las bendiciones que he tenido
A pesar de haberte perdido
Mi vida sin ti no ha sido fácil,
Pero he aprendido a no extrañarte
No extraño tus llamadas ni tus besos
Aunque recuerdo con gracia tus excesos
Como olvidarte aprendiz de bailarín
Si ibas por toda la pista saltando sin fin
Tenía cuarenta años cuando te conocí
Y siete más cuando te perdí…
Te lloré y te extrañé como nadie
Como nadie ha extrañado jamás
La forma en que te fuiste
Fue lo menos valiente que hiciste
Fueron dos años llorándote en silencio
Y a los cincuenta me di cuenta
Que no iba a recuperarte
Si seguía clamando tu presencia
Entonces empecé a recuperarme
de tu ausencia…A quien sino a aquel
que me devolvió la confianza
pude hablarle de esa desesperanza
Ningún amorío surgió de esa compañía
Sin embargo, fue él quien me alentó
A estar en la realidad en la que
Hoy me encuentro
No fue fácil arrancar esas lágrimas
De quien se decía era resistente
Esa indolente que creía llevar por dentro
Ahora querido, se ha vuelto resiliente.