Episodio 4: Creación de Pandora
00:00:00 - Prometeo, creación de Pandora, primer castigo de Zeus.
00:00:05 - Efesto, el dios herrero, dejó en la fragua una tarde y obedeció el llamado de Zeus.
00:00:11 - ¿Qué debo hacer padre?
00:00:13 - Zeus sonrió.
00:00:14 - Modelerás una hermosa figura femenina a imagen de las diosas, seductora e irresistible para los hombres.
00:00:22 - Prometeo, cuyo nombre significa el que ve las cosas antes, sabiendo que Zeus intentaría castigara a los hombres, había prevenido su hermano Epimeteo. No debía aceptar ningún obsesio que viñece el Olimpo, pues podría tratarse de una trampa del dios del trueno.
00:00:38 - Mientras tanto de festo, mezclaba tierra y agua. Modelaba así cuidadosamente a quien sería la primera mujer sobre la tierra. Para resaltar su hermosura, labró para ella una diodema de oro. La diosa de Atenea colaboró con un vestido de resplandeciente blancura y con un velo que la cubría desde los ojos a los pies. En su cabeza puso delicadas coronas de hierbas y flores trenzadas. Una vez terminada la obra
00:01:06 - Atenea le dio el álito vital y fue llamada Pandora que significa todos los regalos. Hermes, el dios mensajero, bajó a la tierra y buscó a Epimeteo.
00:01:17 - Zeus tembió un regalo y le anunció. Epimeteo recordó las advertencias de su no empezó a decir, pero no pudo evitar fijarse en Pandora y quedó embelesado.
00:01:27 - Sí, acepto. La mujer a su vez sonreía y mostraba ternura hacia él. No tardaron en enamorarse los dos, pero además de llevar sus vestidos, Pandora llegó a la tierra con una jarra encerrada, perdón, una jarra cerrada que Zeus había preparado para ella, con las pertenencias de que no debería abrirla bajo ningún concepto. La mujer primero obedeció, pero cada día la curiosidad era mayor. ¿Qué tendría de malo abrir esa jarra y ver qué tiene adentro? Un día Pandora no resistió más y levantó con cuidado la tapa. Apenas lo hizo, escaparon como fantasmas del recipiente todos los males que sotarían y aún hoy asotan a la humanidad. Enfermedades, angustias, discordias, se esparcieron rápidamente e invadieron cada rincón de la tierra, apesado umbrado a los mortales, perdón, apesado umbrando a los mortales desde entonces. Apenas advirtió su error pandora a Tino a cerrar la jarra, solo quedaría en ella un último regalo, la esperanza, que desde entonces acompañe a la humanidad junto a los males.
