Julio  21, 2021

Episodio 16: ¿Sujetos experimentales de investigación o ratas de laboratorio?

Todo el tiempo experimentan con nosotros, en política, las instituciones, la familia, los amigos, en fin, una experimentación que nos condiciona constantemente en nuestras decisiones, acciones y comportamientos. Seremos entonces ¿Sujetos experimentales de investigación o ratas de laboratorio?
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Episode cover: ¿Sujetos experimentales de investigación o ratas de laboratorio?

Música: Camilo Monery

Documental en Netflix: Three Identical Strangers.  (Tres idénticos desconocidos)

Hola, mi nombre es Andrés Novoa y esto es KWX kuwoxati podcast.

Episodio No 16

¿Sujetos experimentales de investigación o ratas de laboratorio?

Preludio

Hace algunos días pude ver el documental “tres idénticos desconocidos” en Netflix, dirigido por Tim Wardle, que cuenta la historia de unos trillizos (Eddy, Robert y David) que fueron separados al nacer y adoptados por familias distintas, con diferentes condiciones socioeconómicas y culturales, que se encuentran por casualidad y se convierten en un boom mediático. Todo al final resultó ser uno de esos experimentos comportamentales a los que fueron sometidos desde su nacimiento y que aún no han podido descifrar dado que el grupo de investigadores, alega la confidencialidad del estudio y que los hallazgos solo podrán ser revelados por la Universidad donde se encuentran alojados hasta el año 2066, fecha en la que se supone todos los investigados ya estarán muertos. Pero no son los únicos, hay varios gemelos o gemelas que se han reencontrado a través de esta noticia en medios y que fueron parte también de este estudio, un documental que me llevó a pensar en muchas cosas que espero desarrollar en este podcast, pero que parten de esta pregunta ¿Somos todos sujetos experimentales de investigación o ratas de laboratorio? dicho escuetamente, del mismo modo y en sentido contrario citando a una reina que quiso parecer filósofa contemporánea.

En este episodio trataré de presentar algunas ideas que tan solo son ideas, o tal vez juicios de valor. Solo usted que me escucha podrá sacar sus propias conclusiones.

Puntos de fuga

La rata de laboratorio tradicionalmente ha sido un animal que sirve para probar hipótesis a través de experimentos y ser un apoyo constante para la comunidad científica en sus hallazgos e investigaciones. Lo primero que se me vino a la cabeza fue pensar en Pinky y Cerebro, unos ratones de laboratorio de marca Acme, alterados genéticamente teniendo personalidades diferentes pero complementarias, y Cerebro por supuesto, con ganas de conquistar el mundo.

En abril pudimos ver otro ejemplo muy mediático y controversial de nombre “Save Ralph”, un cortometraje que cuenta la historia de Ralph un conejito que termina hecho mierda con las pruebas cosméticas sobre su cuerpo para intentar concientizar sobre la importancia de ser consumidores responsables de productos que no hagan pruebas en animales. A decir verdad, en el mundo literario, en el cine, en la televisión o en internet, se pueden encontrar millones de ejemplos de sujetos de experimentación, pero lo que quiero poner sobre la mesa es lo siguiente, será que ¿todos a fin de cuentas somos ratas de laboratorio?

Intentaré desarrollar la idea. Vivimos en un espacio que está muy determinado en lo que debemos hacer, entender, creer y desarrollar para estar acordes al sistema y perseguir esos sofismas simbólicos que nos han impuesto como el progreso, el éxito, la felicidad o la prosperidad, entre otros más. Cada persona está sujeta a unas reglas y esas reglas determinan su cultura, sus ideas, sus comportamientos y su aprendizaje social. Toda estructura institucionalizada refuerza la idea de que cada persona labra su destino, que no debe dejar nada al azar y que si sigue unos pasos tendrá el modelo claro y preciso que lo conllevará a cumplir con su vida. El tiempo se fragmentó de tal manera, que se divide según las necesidades de las instituciones y de aquello considerado “normal” y la vida pasa a ser unos módulos que encajan en un sistema que produce y limita las opciones de cada individuo.

Pensemos desde lo más básico a lo más complejo que al final puede ser al revés dado los niveles de complejidad que se pueden manifestar. Pensemos en la familia como institución. La familia cuenta con roles y cada rol se asume así no se tenga ni la menor idea, en muchos casos los hijos terminamos siendo sujetos de experimentación de los padres que intentan inculcar las cosas que ellos han aprendido, con las que han fallado y que piensan que están bien así en muchas oportunidades no lo estén. Cada padre o madre saca sus propias conclusiones e intenta a partir de su experiencia no hacer las cosas que le hicieron, y en muchos casos se escuchan frases como “es que yo no quiero que mi hijo o hija sufra lo que yo sufrí”. En muchos otros casos se aplican diferentes tipos de enseñanza, experimentales todas, que redundan en muchos comportamientos que son comunes en los niños, tales como el rechazo a lo diferente, la rebeldía o el aprendizaje de sus propias normas de vida. Recuerden que no estoy acá para juzgar, creo que todos nos convertimos en sujetos de experimentación de mil maneras.

La familia, tal como ocurre en el documental de “tres idénticos desconocidos” funciona diferente según las condiciones sociales y los premios y castigos dependen exclusivamente de cómo social y culturalmente han estado influenciados los padres. Acá ingresan los conceptos de “Condicionamiento clásico” planteado por Paulov, el famosísimo perro de Paulov que quedó condicionado al sonido de una campana con la cuál babeaba cada vez que sonaba porque ya la tenía asociada con comida. También el condicionamiento operante de Skinner, el psicólogo, no el director de la escuela en los Simpsons, determina que el concepto de premios y castigos hace parte de otro experimento en el cuál estamos inmersos. Ironías de la vida, cuando ahora en algunos colegios todos ganan medallas simplemente por el hecho de participar y se pierde ese sentido de luchar por las cosas, de querer ser mejor en algo, o de querer ganarse algo por méritos. Igual, al final esas decisiones son parte de otro experimento.

Pensemos ahora en todos las enfermedades y trastornos que surgen de estas experimentaciones que nos llevan a otras experimentaciones, entonces ahora los niños son ansiosos, tienen síndromes de déficit de atención, o depresión o cualquier enfermedad de esas modernas y deben tomar medicamentos, nada que un Ritalin, Focalin o Adderal no puedan solucionar. Sigan señoras y señores, el mercado de las farmaceúticas tiene la solución para ustedes, su hijo es soñador, le tenemos la solución, su hijo es creativo, le tenemos la solución, su hijo le gusta preguntarse cosas, es importante tener claridad sobre las dosis, y podrá usted dejar de preocuparse e ir a producir.

Estamos inmersos en el mercado de las culpas, y al final somos sujetos experimentales que permitimos que el sistema nos esté llevando a adaptarnos hasta a cosas que no queremos. Piensen en sus países, realmente ¿están de acuerdo en como funcionan? ¿Son conscientes que todo el tiempo están probando con ustedes leyes a ver si pasan para que algunos pocos saquen provecho? Pensemos en crear una fórmula para la gasolina, para que nunca deje de subir, y esperemos a ver como reacciona la gente, digamos palabras de manera repetida que una mentira dicha en muchas ocasiones en medio de un discurso se puede convertir en una verdad, hagamos leyes para que la gente coma mierda, pero que crea que nos debe agradecer por lo poco que tiene, o cualquier cantidad de patrañas con las que experimentan con nosotros.

Probablemente podríamos apelar al poema de Borges en el libro el Hacedor de nombre “El ajedrez” que en sus versos finales dice:

"También el jugador es prisionero

(La sentencia es de Omar) de otro

tablero

de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.

¿Qué dios detrás de Dios la trama

empieza

de polvo y tiempo y sueño y agonías?"

Por más poder que tengamos sobre otros, siempre habrá otros ejerciendo su poder y experimentación sobre nosotros. En cualquier contexto y en cualquier sistema. Somos una pieza de ajedrez que la mueve un jugador que quiere condicionarnos y experimentar pero a su vez este jugador es manejado por otros con las mismas intenciones y así hasta el infinito. ¿Podríamos dejar de ser ratas de laboratorio?

Reflexiones finales

Cada cuál construye sus universos simbólicos a partir de su experiencia en el mundo, su relación con los demás y las situaciones que con las que convive. ¿Somos ratas de laboratorio? en mi concepto sí, todo el tiempo, pero hay espacios en blanco que por más que otros quieran llenar, son parte de nuestra propia elaboración y creación y depende de nosotros que seamos nosotros mismos quienes los llenemos. ¿Hasta que punto queremos tener ese control sobre los espacios en blanco no llenados por el sistema?

Los conceptos que quieren imponernos como felicidad, éxito, prosperidad, progreso, etc., son solo conceptos de lo que quieren que hagamos. El dinero no hace la felicidad ni el éxito, porque para cada persona estos conceptos pueden significar cosas diferentes. Por supuesto en el sistema en que vivimos hay que tener calidad de vida y tratar de establecer características que le permitan a uno elaborar sus propios conceptos con los que quiere convivir. Al final depende de cada uno.

Creo que al ser ratas de laboratorio nos ha hecho siempre estar en una comparación constante con el otro, es que el otro tiene más dinero que yo, es que el otro tiene un mejor carro, es que el otro ha estudiado más, es que el otro, y el otro y el otro.... Creo yo que cada persona tiene su timing y debe descubrirlo. Las comparaciones son odiosas y además cada camino es diferente. Trate de disfrutarlo a su manera.

Tal vez Pinky y Cerebro tenían su propósito. Independientemente de estar encerrados en una jaula, siempre querían escapar para dominar el mundo. Y sumercé, ¿Ya sabe cuál es su propósito?

Viva con calidad, valore a quien tiene a su lado, preocúpese por usted, y sobretodo entienda su contexto y como actuar en él. Esto le aliviará muchas cargas y podrá buscar sus propios espacios en blanco para ser llenados por usted mismo.

¿Somos sujetos experimentales de investigación? sí, y a veces asumimos roles también de ejecutores de los estudios experimentales. Recuerden, el jugador mueve la ficha pero un dios mueve al jugador que es movido por otros dioses hasta el infinito. Grande Borges.

Con esto acabamos este episodio de KWX Kuwoxati podcast, cuénteme que opina de estas ideas, si sabe de algunos ejemplos que muestren que somos sujetos de experimentación en un experimento infinito del sistema o si no están de acuerdo conmigo. Sígame en @camaleonenojado en Instagram, en @AndrésNovoa en Facebook, o escriba a través de la plataforma de podnation.co, o escríbame a [email protected] Nos encontramos pronto. Buena energía.

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