Episode 19: Marzo 11 de 2024
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
00:00:00 - Lunes 11 de marzo, te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, me sacaste del abismo, me hiciste revivir cuando estaba el momento difíciles y comienzo esta semana con este gozo y esta pasión de sentirme revivir.
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen. Juan capítulo 4, versículo 43.00:00:31 - ¿Salió Jesús de Samaria para Galilea? Jesús mismo había testiguado. Un profeta no es estimado en su propia patria. Cuando llegó a Galilea, los Galileo los recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Pues Jesús otra vez a Canadá de Galilea, donde había convertido agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Capernaum, oyendo que Jesús había llegado de Judea Galilea, fue a verlo y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriendo. Jesús le dijo, si no ven signos, no creen. El funcionario insiste, Señor baja antes de que muera mi niño. Jesús le contesta, anda, tu hijo vive. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino y vaya bajando cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría y le contestaron ayer a la hora séptima, lo dejó la fiebre. El padre cayó en la cuenta de que a esa hora era la hora en que Jesús le había dicho tu hijo vive y creyó él con toda su familia.
ese segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea. Palabra del Señor, gloria a ti Señor Jesús. Majestuoso texto que nos reconcilia con la vida. Sí, la historia tiene momento de prueba, de dolor muy duros y aún a pesar del dolor y de la prueba a quien buscamos, en la desesperación y en la angustia, cuál es nuestra carta de salvación. El y el Evangelio nos dice, el Señor debe ser tu prioridad.00:02:14 - Linda palabra, porque le dice, sálvalo.
00:02:19 - O sea que este hombre, que es funcionario real, quizás seguramente ha visto a Jesús con reselo.
00:02:26 - Pero le dice, sálvalo, porque cree en la situación límite nos agarramos del Señor.
00:02:32 - Y le pedimos al Señor que nos ayude en su infinita misericordia que no nos suelte.
00:02:37 - Y por eso recibe la bendición.
00:02:39 - El Señor le dice, ve, ya tu hijo está sano, y este hombre le cree, dice el texto, le creyó.
00:02:46 - Yo le creo al Señor.
00:02:48 - Sí, el desafío del dolor, de la angustia, de la crisis, a algunos lo separa de Dios.
00:02:55 - Cuando viene la prueba, cuando se parte todo, algunos reniegan y maldicen a Dios, otros se acercan más. Como Pedro, señor, ¿a quién iremos?
00:03:06 - Solo tú tienes palabras de vida eterna. ¿Cómo voy a pelear contigo en este momento de gran dificultad? ¿Cómo lo voy a hacer? Si tú eres el único que le puede dar sentido y razón y respuesta a esta situación que me está llevando al límite, hay algunos que maldicen a Dios y se alejan de él porque han perdido, porque han fracasado, porque el dolor o la circunstancia lo llevó al límite o porque el injusto venció. Hay otros que nos acercamos aún más. En la enfermedad tenemos que decir señor, si no eres tú como voy a soportar, si no eres tú como me voy a salvar, como voy a salir de esta situación. Por eso te invito en este día hermoso a entregarle al señor todas tus batallas. Son duras.
00:03:52 - La batalla del trabajo nadie dice que es fácil y mucho menos la del estudio ni qué decir de la enfermedad y de la situación económica. En vez de estar peleando con Dios, por lo que no te da, gloríficalo y cree, y cree como este hombre que el Señor te va a justificar y te va a sorprender con una enorme bendición, no la que tú esperas, la que Él sabe que tú necesitas. Hay dos tipos de personas los que en el momento de crisis se alejan de Dios maldiciendo y aquellos que la crisis nos lleva al momento de bendición, bendita crisis que me hace acercar más a Dios y confiar más en Él. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
00:04:39 - Santo amén. Todos a la coronilla con mucha fe.
